Te juro que el día que me apetezca escuchar tus gritos al contarte algo malo, iré corriendo a decírtelo.

Will you live, or simply exist?

"Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana"  En mi caso, ha sido así pero, ¿qué pasa cuando estás contemplando el paisaje que se ve a través de esa ventana y, de repente, la puerta se vuelve a abrir? Sí, es cierto que cuando se cerró, me dio en toda la cara, pero ya sé lo que hay si elijo la puerta. Sin embargo, ese paisaje tan bonito que se me pinta en la ventana puede ser todo mentira. Puedo volver a ilusionarme para que luego el golpetazo sea peor.
Al menos para la puerta estoy preparada; sé lo que me espera y cómo comportarme. Pero... ¿sabes qué? Lo perfecto se vuelve aburrido, lo conocido se convierte en monótono y la ilusión de un nuevo comenzar se perderá. Otra vez.

Es por eso que me voy a arriesgar; voy a abrir esa ventana de par en par y pienso saltar. ¿Y qué si caigo mal? ¿Qué hay de malo si la cosa no sale como yo esperaba? Eso es lo bonito de la vida; no saber qué te espera.

Remolino de pensamientos en mi cabeza. "¿Estás bien?" No lo sé, porque no sé como me siento o cómo debería sentirme. A veces creo que esto no es normal; el hecho de que sigan haciéndome daño y que sea incapaz de enfadarme  no puede  ser normal. Me gustaría ser capaz de gritarte, darte una patada y mandarte a la mierda. Me gustaría hacer tantas cosas...