350

Y con tan solo 350€ sería capaz de ser feliz. 350€ que en estos momentos tengo a mi disposición. Pero no me quiero engañar a mí misma; ese dinero no me va a devolver lo único que quiero. Por mucho que lo llame Kiko y sea un Pastor Alemán, nunca ningún perro podrá reemplazarlo.

Puede que si me compro uno, no se coma los intermitentes del coche de mi padre, o no abra los grifos del agua, pero esas eran cosas que lo completaban, y que mis padres no supieron ver.

Tengo pocos recuerdo de él, sí, pero los que tengo nunca se me olvidarán.

Porque eres único. Y nunca te olvidaré.