It's not a pet, it's your best friend.

Si no has tenido uno, no lo has experimentado todo. El levantarte por sus lametones para que lo saques a pasear, sus ladridos a altas horas de la noche porque cree haber visto algo, su nula efectividad cuando alguien entra en tu casa, tus reflejos para no pisar sus "deslices" nocturnos.

Pero también el echarse a tu lado en las películas de miedo cuando estás sola en tu casa, su calor al dormir la siesta con él al lado, el tenerlo cerca cuando estás llorando y no hay nadie que te pueda consolar.

Sí, hay que hacer sacrificios, porque no es un juguete: es un ser vivo que respira, sufre, ama y tiene hambre. Hay que tomarse las cosas en serio, pero es la mayor recompensa que puedes recibir porque las babas que te hacen reír desde buena mañana, son afecto y amor verdadero, y de eso sí que puedes estar seguro.