Puede que en estos momentos todo lo que parecía un cuento de hadas haya muerto para siempre, y no siento absolutamente nada. Quizás en mi mente todavía haya sitio para la duda, y espera a hablar contigo antes de confirmar o negar nada, pues todavía hay esperanzas. Pero... ¿no es eso exactamente lo que no debería hacer? ¿No debería empezar a hacerme a la idea de lo que mucha gente me ha ido advirtiendo desde el principio?Aunque también cabe la posibilidad de que ese lado inquebrantable haya vuelto para envolver mis emociones y dejarlas en un segundo plano para que no sufra. ¿Cómo saber si es una cosa u otra y salir de dudas? Hablando.
Sí, es la decisión más difícil que he tenido que tomar hasta el momento, o puede que no sea la más difícil, sino la que más sentimientos lleva consigo, por lo que tengo un miedo terrible a ver tu nombre en la pantalla de mi móvil, pues supondrá una larga y complicada conversación.
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