No sé a quién quiero engañar, pero no quiero que esto se acabe. No quiero que te alejes y no quiero no poder pasar esos momentos contigo. Sé que no es lo correcto, pero en este tipo de decisiones, mi cabeza se queda en un segundo plano y mi corazón es el único que puede elegir qué hacer. Y a mi parecer, ya lo tiene más que claro, y yo no soy nadie para negárselo. Pero aun así, y por mucho que no me queje, sabré que está mal lo que estoy haciendo, y eso es algo de lo que dudo poder librarme.
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