Y no sé que haces conmigo, pero tu dolor, es mi dolor. Y no sé como explicarlo de otra manera que no sea con un "no quiero que sufras". Será porque te quiero mucho, o porque eres mi único y verdadero amor platónico. Simplemente, te quiero, y no pienso dejar que llores a solas en tu cuarto si puedo teletransportarme e ir hasta ahí para darte un abrazo. Por eso, sólo puedo decirte una cosa:
"Sonríe mi ángel; ilumina mi vida."
No hay comentarios:
Publicar un comentario