Las cartas están sobre la mesa y sólo queda esperar al movimiento de tu contrincante. No hay vuelta atrás, ni "era una broma". Estamos en la vida real, jugando con nuestro propio futuro a cada paso que damos, y aunque es arriesgado apostar, hay veces en las que no te queda otro remedio que poner nuestra mejor PokerFace, levantar la cabeza, mirar al frente y respirar hondo, pues no puedes hacer nada más que rezar para que todo salga bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario